** A futuro ve una lucha frontal contra la corrupción, la necesidad de ideologizar provocando un reencuentro con la identidad dada por los fundadores, volver la mirada a la estructura organizativa, donde la participación de las bases sea fundamental y acabar con el proceso de distanciamiento entre la otrora élite burocrática del partido, sus militantes y simpatizantes, lo que provocó una emigración masiva de la militancia
Hace 80 años, un 13 de septiembre pero de 1941, Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Gonzalo Barrios, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Juan Oropeza, Juan Oropeza Riera, Leonardo Ruiz Pineda, Jesús Ángel Paz Galarraga, Virgilio Cayama, Domingo Figallo Amarista y Tirso Salaverria entre otros, fundaron la organización política Acción Democrática en torno a la candidatura a la presidencia de Rómulo Gallegos, así lo rememoró Alcides Monsalve Cedillo, Alcalde de Mérida y dirigente nacional de la tolda blanca “es la única militancia que he tenido y tendré en mi vida”, subrayó con una sonrisa de franca satisfacción.
Antecedentes políticos
Hubo antecedentes. El primero fue la Agrupación Revolucionaria de Izquierda (ARDI) constituida en Barranquilla, Colombia, por Rómulo Betancourt y otros exiliados venezolanos (1931); luego, el 1 de marzo de 1936, en un acto en el Nuevo Circo de Caracas, la ARDI se convierte en el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), dirigido por Mariano Picón Salas, Alberto Adriani, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni que, poco tiempo después, dio paso al Partido Democrático Nacional (PDN) antecedente inmediato de Acción Democrática, “todo a la par de las circunstancias que fueron marcando el proceso de evolución partidista”, recordó.
Momentos en la construcción de un país libre y en democracia
Tres momentos fueron vitales. Señaló Monsalve Cedillo que, el primero de ellos, fuer en los años 40 el golpe del 18 de octubre de 1945, de inmediato en 1946 la convocatoria a una Asamblea Constituyente, en 1947 se realizan las primeras elecciones presidenciales libres del país, donde AD postuló a Rómulo Gallegos resultando electo con el 74,47% de los votos; y el 24 de noviembre de 1948, poco tiempo después de instalarse el gobierno de Gallegos, Carlos Delgado Chalbaud encabezó un golpe de estado, encarcelando a Gallegos —quien huiría del país el 5 de diciembre—, instalando una junta de gobierno integrada por Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera.
Después, “la dictadura forjó la Acción Democrática que desde el exilio, destierro y en el marco de la persecución colocó el pecho por los venezolanos hasta alcanzar la vuelta a la democracia, formar parte del Pacto de Punto Fijo y reafirmar la construcción de una nación en libertad y democracia, bajo el lema de pan tierra y trabajo”, sostuvo Monsalve Cedillo.
Un encuentro con este tiempo
“No son fáciles estos tiempos para el país, menos para los partidos políticos”, indicó el Alcalde de Mérida para agregar que pese a las adversidades Acción Democrática fue el primer partido político de masas en Venezuela, caracterizado por un aparato organizativo de envergadura nacional, con una fuerte orientación ideológica y la necesidad de incorporar la mayor cantidad posible de miembros a sus filas; bajo un esquema claro orientación nacional reformista, antioligárquico, antiimperialista y una fuerte disposición popular lo cual permitió definirlo históricamente como una organización social demócrata.
“Nuestra esencia reformista es el resultado de una gran alianza de clases, lo que de hecho nos define como policlasistas esto nos diferencia de los partidos de derecha, de tendencia oligárquica, como del partido de clase propio de la propuesta marxista”, sostuvo.
Una mirada al futuro desde una Dirección reformista
Por tanto, bajo esas variables que caracterizan al partido Acción Democrática, es necesario hacer una mirada al futuro y, bajo esa dirección, el dirigente nacional de AD, Alcides Monsalve Cedillo, indicó con claridad “hay una lucha clara contra la corrupción; debemos volver a la ideologización provocando reencontrarnos con nuestra identidad dentro del sentido centrista propio de nuestro espíritu fundador; devolvernos al encuentro con nuestra estructura organizativa, donde la participación de nuestras bases sean fundamentales aquí el Comité Local tendrá la fuerza necesaria, en la toma de decisiones que emergen de la base de nuestra organización y estructura política, así acabamos con el proceso de distanciamiento entre la otrora élite burocrática del partido y sus militantes y simpatizantes, lo que provocó una emigración masiva de adecos en toda la Nación”.
Finalmente recordó que es la hora de la democratización de AD, volver a los cimientos y enarbolar las banderas que distinguen el trabajo político desde 1941 y, por tanto, en los últimos 80 años “en nuestras manos está el destino de Acción Democrática que no son símbolos, ni colores, ni un nombre. No. Es la dignidad valiente de una militancia que lucha de forma incansable por el cambio, a través de la participación electoral, promoviendo la unidad, separándonos de la opresión, gritando vivas por la libertad, bajando cadenas y siguiendo el ejemplo que Caracas dio aquel 19 de abril de 1810”.
(Prensa AD – Nacional)
