Una reciente investigación realizada en Venezuela determinó que, cada día que transcurre, son más los venezolanos que se encuentran viviendo de las remesas que reciben del exterior gracias a algún familiar.
Una mujer de nombre Rosa Amelia “espera con ansias los últimos días del mes para recibir 100 soles peruanos”, que al cambio, serían 26 dólares. Este dinero, asegura, lo utilizará “para medio comer y vivir, aunque cada vez es menos lo que me toca porque me depositan bolívares en mi cuenta bancaria de Venezuela y la moneda de mi país rinde cada día menos”.
Su hijo Carlos vive desde hace tres años en Lima, capital de Perú. Rosa Amelia asegura que al principio “la plata me rendía mucho porque la inflación no era tan alta. Ahora recibo menos bolívares y tengo que comprar dólares en efectivo porque en mi pueblo, Ocumare del Tuy, la comida y las medicinas se venden en divisas. Esto agrava las cosas”, señaló al portal Infobae.
Carlos es uno de los tantos venezolanos que ha logrado que las casas de cambio en el exterior proliferen, pues la migración venezolana hacia el sur del continente americano se ha visto obligada a enviar dinero a los familiares en suelo venezolano.
De hecho, un cálculo realizado por varias entidades privadas en el continente arrojó que los venezolanos residentes en la región envían un promedio anual de entre 5 y 6 millones dólares a su país.
“No somos una colonia mayoritaria en ese país pero sí se mueve bastante dinero. Mi hija me cuenta que hay comercios o contactos de venezolanos que son cambistas informales y mediante mensajes de WhatsApp ofrecen diversos tipos de tasas cambiarias; la mejor y la que más rápido llegue es la que usa. Son negociaciones entre particulares, se cambian los pesos por los bolívares”, señala por su parte Carlos, un venezolano que recibe remesas desde Argentina.
En medio de la investigación de Infobae, este ciudadano señaló que su hija es quien vive en la nación del cono sur y que actualmente está pensando en mudarse a Chile, pues el posible triunfo de Alberto Fernández, aliado de Cristina Fernández, “le aterra”.
“Desde hace dos años, mi esposa y yo cuidamos a dos nietos de 9 y 11 años. Estudian en colegios privados y tienen ropa, zapatos y comidas al día. Mi hija Adelaida, ingeniero de sistemas, quiere irse a Chile con los niños o regresar un tiempo si esto se acomoda y si Juan Guaidó por fin sube a la presidencia. Ella tiene un buen trabajo, pero está aterrada por el posible triunfo electoral de los Fernández, no quiere retroceder al socialismo y me dice que la situación en Argentina se está complicando”, dijo.
Hasta hace pocos años era impensable que los venezolanos iban a protagonizar el éxodo más grande de la región. Diversos estudios señalan que hasta marzo de 2019 habían salido del país casi cuatro millones de personas y las proyecciones para fin de año acercan la cifra a los cinco millones. El deterioro de la calidad de vida, la crisis económica y la poca certidumbre de un cambio en el modelo de gobierno de corte socialista-estatista son los factores que han impulsado la diáspora, señala la investigación de Infobae.
Destaca también que la firma encuestadora Datos señala que 63% de los venezolanos tiene a algún integrante de la familia viviendo en el extranjero. Al tomar como exacta la cifra de más de cuatro millones fuera, los porcentajes de criollos en naciones de la región se distribuye así: 29,4% en Colombia, 21,7% en Perú, 20,3% en Chile, 10,7% en Ecuador, 6,3% en Argentina, 3,9% en Panamá, 3,3% en Estados Unidos y 3% en Brasil.
El PhD en economía Leonardo Vera explica a Infobae que “el manejo del mercado cambiario que autoriza el Gobierno de Maduro es bastante opaco, está muy controlado y no genera confianza entre los agentes económicos quienes buscan métodos alternativos de envío de remesas a Venezuela”.
“La tasa oficial que ofrece el BCV, que es más baja que la que se cotiza en el mercado paralelo, es otro factor que no incentiva el envío de remesas por las empresas autorizadas por el Gobierno. El esquema actual beneficia a las casa de cambio y no a sus clientes quienes no reciben dólares como lo harían en otro país del mundo, sino bolívares y varios días después de la operación. El venezolano recibe la moneda local y lo gasta de inmediato. El promedio de lo que se envía al país es una cifra que está entre los 80 y 100 dólares”, indicó.
Fuente: Primicias24