La jefa de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que este mes recibió ataques personales del presidente brasileño Jair Bolsonaro, dijo que siente pena por Brasil, según una entrevista con un canal de televisión chileno y reproducida parcialmente por un medio local el domingo
Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército, acusó a Bachelet de “entrometerse” en los asuntos de Brasil después de que la expresidenta chilena planteó preocupaciones sobre el alza en la violencia policial en los estados de Río de Janeiro y Sao Paulo, “una reducción del espacio cívico y democrático” en los últimos meses y los ataques a comunidades indígenas.
También apuntó a la alta comisionada para Derechos Humanos de la ONU y a su padre, un exgeneral de la Fuerza Aérea que se mantuvo leal al presidente socialista Salvador Allende tras el golpe de Estado de 1973 y murió en prisión.
“(Bachelet) olvida que su país no es una Cuba sólo gracias a los que tuvieron el valor de frenar a la izquierda en 1973”, según Bolsonaro. “Entre esos comunistas estaba su padre”, afirmó previamente Bolsonaro.
En una entrevista con Televisión Nacional de Chile (TVN) a ser transmitida la noche del domingo, y con extractos divulgados por el diario La Tercera, Bachelet respondió al mandatario brasileño.
“En realidad fue una conferencia de prensa donde se me hizo la pregunta sobre la situación en Brasil y nosotros entregamos la información de lo que tenemos, que es el número de personas asesinadas y la dificultad para la sociedad civil para poder seguir haciendo las cosas que hacía antes”, sostuvo Bachelet.
Consultada por la reacción de Bolsonaro a sus críticas, Bachelet aludió a la propia dictadura vivida por Brasil entre 1964-1985, que el actual presidente brasileño ha defendido como “gloriosa”.
“Yo me tomo las cosas dependiendo de quién vienen. No sé si me entiende. Entonces, si hay una persona que dice que en su país nunca hubo dictadura, que no hubo tortura, bueno, que diga que la muerte de mi padre por torturas permitió que no fuera otra Cuba, la verdad es que me da pena por Brasil”, aseguró Bachelet.
La oficina de Bachelet no respondió a pedidos de Reuters por comentarios.
Agencias