Mérida, 13.07.2019 (Prensa
Mukumbarí).- Mukumbarí Sistema Teleférico de Mérida (STM) es el transporte
ideal para que grandes y pequeños puedan llegar, en sólo 45 minutos de
recorrido, hasta la hermosa cuarta estación Loma Redonda, ubicada a una altitud
de 4.045 metros sobre el nivel del mar, rodeada de frailejones, enclavada en el
corazón del Parque Nacional Sierra Nevada, junto a la Laguna de Los Antejos,
observable desde el sendero que conduce, caminando o cabalgando, hasta el
pintoresco pueblo de Los Nevados.
Mientras Venezolana de
Teleféricos (Ventel) completa los importantes trabajos de mantenimiento que
realiza en la estación Pico Espejo, el teleférico merideño ha consolidado en
Loma Redonda un espacio único en Venezuela, con una serie de opciones para el
viajero quien busca un recinto de paz, donde puede encontrarse consigo mismo en
el medio de la imponente belleza del páramo andino, compartiendo con la
refrescante brisa de la montaña, el aire más puro del país, los múltiples
aromas de la vegetación y cordial atención de los trabajadores de Ventel y de
los arrieros nevaderos quienes alquilan sus burros y caballos para saborear
mejor la aventura.
Loma Redonda es la penúltima
estación del teleférico más alto-largo y moderno del mundo, es el punto ideal
para apreciar en toda su extensión el imponente paisaje que ofrecen los picos
más elevados del territorio venezolano; el Bolívar, Espejo, La Concha y El
Toro, son algunos de los poderosos picos que abrazan suavemente al visitante
quien busca aproximarse al cielo de la forma más rápida y segura a través de
este especial concepto turístico.
En esta estación se puede
disfrutar de un restaurant de gran calidad, que ofrece todo tipo de platos:
sandwiches, paninis, variedad en pastelería, tortas, diversos postres, bebidas
frías y calientes, especialmente café y chocolate, entre otras exquisiteces que
se pueden saborear mientas se observa la montaña a través de un gran ventanal o
mirador, ubicado bajo un gran techo que protege un cálido ambiente lleno de
cómodos y mullidos asientos que invitan al descanso total.
Pero cuando el viajero cree que
lo disfrutó todo, en su descenso a lo largo de las tres estaciones restantes
(La Aguada, La Montaña y Barinitas), consigue nuevos e interesantes rincones
que lo conectan con la naturaleza profunda.
En la 3a estación La Aguada, a
unos 3 mil metros de altitud, se pueden recorrer dos senderos rodeados de miles
de floridos frailejones, musgos, líquenes, insectos y aves que se entremezclan
con una espectacular vista de la ciudad de Mérida en toda su extensión; dentro
de la estación está Café Biruz, administrado por el Hotel Escuela de la
Universidad Nacional del Turismo, con pastelería fina, café y chocolate
caliente, entre otros sabores; al lado de este sitio está el museo del andinismo,
con evidencias del esfuerzo humano en este lugar.
En la 2a estación La Montaña está
una inmensa terraza-mirador que brinda una amplia imagen de la capital
merideña, que permite divisar insospechados detalles de la ciudad, mientras se
precisa la interesante conformación geográfica de esta meseta de piedemonte
andina, custodiada por las montañas de los parques nacionales sierra de La
Culata y Sierra Nevada; en ese lugar hay un lujoso restaurant-galería con
platos nacionales e internacionales; y junto al bosque está un pintoresco
restaurant en la vieja cabaña de los guardabosques, donde es posible pasar un
rato en familia, comiendo hamburguesa, tequeños y mucho más.
Cuando el turista regresa al
punto de origen (1a estación Barinitas) donde abordó la primera cabina en su
ascenso, se encuentra con una deliciosa feria gastronómica que es imposible
pasar por alto, ya que tras el paseo andino se suele llegar con mucho apetito;
en este lugar hay mucho espacio y varias opciones: comida gourmets, pastelitos
andinos, comida típica andina, nacional e internacional, batidos de frutas,
tortas, postres, empanadas, café, chocolate, refrescos y hamburguesas, entre
otra gran variedad de platos.
La estación base Barinitas es un
particular centro comercial, donde tienen su espacio decenas de emprendedores
merideños, quienes ofrecen artesanía autóctona, dulces típicos, fresas con
crema, juguetes y licores artesanales, chocolates, alimentos naturistas,
originales diseño de ropa y sublimación de imágenes en todo tipo de superficies,
que constituyen un valioso souvenir o recuerdo para llevarse a su casa.
Y para cerrar “con broche de oro”
este paseo por el Sistema Teleférico Mukumbarí, al salir los visitantes se
consiguen la exhuberante fuente en la Plaza de Las Heroínas Merideñas, con
diversas áreas para el disfrute infantil y rodeada de varios pequeños locales
comerciales, con una incontable variedad de postres, productos textiles,
artesanías, juguetes e infinidad de pequeños detalles que permiten llevarse un
trocito de Mérida