Los ingleses vieron cómo Colombia les empató el partido en los últimos minutos, pero los once metros acabaron dándoles el pase a cuartos
Inglaterra, la eterna aspirante desde la celebración doméstica de 1966, parece que por fin va en serio y este martes, con muchÃsimo sufrimiento, reforzó sus aspiraciones mundialistas en un partido resuelto en la tanda de penaltis. Los ingleses, que habÃan fallado en siete de las ocho últimas, fueron más certeros que Colombia desde los once metros y, doce años después, lograron clasificarse para los cuartos de final de una Copa del Mundo, donde les espera Suecia.
Southgate, el técnico que ha disparado la venta de chalecos en su paÃs, tiene en ebullición la ilusión de la afición inglesa ayudado por los goles de Harry Keane, máximo artillero del Mundial con seis tantos después del marcado ayer de penalti. La apuesta por la juventud continúa dando fruto a un combinado, el tercero más bisoño en este campeonato, que acabó superando a Colombia en un cierre de los cruces de octavos apasionante. La incertidumbre se resolvió en la tanda de penaltis después de una prórroga forzada por Yerry Mina en el último suspiro. La mano de Pickford en el lanzamiento de Bacca valió el pase a cuartos.
El que espere ver en la Inglaterra de Gareth Southgate un pelotazo, se equivoca de ventanilla. Nada de golpeos sin sentido en una selección alejada de su esencia histórica de juego directo y sin cocer. Ahora se impone el balón a ras de hierba y reinan las combinaciones, aunque con más velocidad que la mostrada por España en este Mundial. Este martes, sin embargo, la juventud pasó factura a los jugadores ingleses, que dieron oxÃgeno y revivieron a los colombianos cuando ya tenÃan el pase a los cuartos de final casi cerrado. Yerry Mina, el héroe cafetero en el Mundial de Rusia, no perdonó. Su acierto no fue suficiente y Colombia acabó despidiéndose de Rusia 2018.
Los colombianos se aceleraron cuendo el norteamericano Geiger les señaló un penalti en el inicio del segundo tiempo y no exhibieron los argumentos futbolÃsticos que desplegaron en la fase de grupos. Sin embargo, tiraron de casta y acabaron forzando la prórroga al encontrar la solución otra vez en Yerry Mina tras un saque de esquina en la última jugada. El cabezazo picado del central terminó en la red ante la impotencia de Pickford y el tercer tanto del central del Barcelona en el Mundial, tras los celebrados ante Polonia y Senegal, llevó el duelo al tiempo extra.
Primer tiempo sin ocasiones
La ausencia de James RodrÃguez, que no entró ni en la convocatoria por sus problemas fÃsicos, condicionó la alineación de Pékerman. Su apuesta fue fortalecer la medular con un trivote formado por Carlos Sánchez, Barrios y Lerma para intentar robar y salir por velocidad. A la selección colombiana le acabó faltando la capacidad de intimidación que sà demostro en los últimos minutos del segundo acto.
Los ingleses tomaron la iniciativa en un partido fÃsico e intenso, eléctrico en alguna acción. Como una llegada de Trippier por la derecha que acabó con cabezazo forzado de Harry Keane. Primer aviso para una Colombia a la que le costó llegar al área, aunque no dejó de inquietar con veloces salidas en estampida dirigidas por Quintero, al que le faltó continuidad. Suyo fue el único disparo entre palos de su selección, y ya en la prolongación. El miedo al error se impuso en el primer tiempo.
El encuentro se rompió en un córner en el que Harry Kane acabó en la hierba derribado por Carlos Sánchez. El penati tardó tres minutos en lejecutarse por las airadas protestas colombianas, pero Hary Kane demostró su sangre frÃa en el lanzamiento. Esa jugada rompió el partido. Un error de Walker permitió que Bacca le robara la pelota y cediera a Cuadrado, que desperdició la mejor ocasión en un duelo que se fue consumiendo en medio de la emoción y la incertidumbre.
Pekerman terminó arriba con Falcao, Bacca y Muriel, y a Inglaterra le temblaron las piernas. En el tiempo de prolongación, un vuelo de Pickford evitó el gol de Uribe en un potente disparo desde la frontal. El consiguiente córner acabó en la cabeza de Yerry Mina, que, picando la pelota desató, la locura colombiana y llevó los octavos de final a una prórroga en la que se sucedieron las llegadas en ambas áreas. Tras un ejemplare esfuerzo de ambas selecciones, el duelo se decidió en la tanda de penaltis, en la que Inglaterra mostró más acertada y celebró el pase a los cuartos.