Es
un hecho incuestionable que la llamada MUD se ha lanzado por un despeñadero
político (se ha vuelto chicha, en nuestro muy venezolano argot). Esto ocurre
porque las derrotas que se le han propinado en este año son reales,
incontrovertibles y fueron tres.
La primera derrota fue la clausura de la guarimba, el agotamiento de la violencia y el golpe de estado con focos para generar o provocar represión, argumentando así la ilegitimidad del gobierno por violación de derechos humanos y de esta manera lograr una invasión. El presidente Maduro no cayó en la trampa de esta nueva versión virulenta y más asesina que la realizada en el 2014, todo lo contrario, impulsó el diálogo y la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente por la vía electoral. Primera derrota.
La primera derrota fue la clausura de la guarimba, el agotamiento de la violencia y el golpe de estado con focos para generar o provocar represión, argumentando así la ilegitimidad del gobierno por violación de derechos humanos y de esta manera lograr una invasión. El presidente Maduro no cayó en la trampa de esta nueva versión virulenta y más asesina que la realizada en el 2014, todo lo contrario, impulsó el diálogo y la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente por la vía electoral. Primera derrota.
Si
sacamos la cuenta de los votos obtenidos por la oposición en estas regionales y
los extrapolamos a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, la
oposición pudo haber conseguido una importante cantidad de curules
territoriales en la ANC, entre el 40 y el 45%. Aproximadamente. Nada
despreciable en cualquier parlamento del mundo; bastantes llamados a participar
se les hizo, nuevamente sucumbieron a la violencia loca y criminal y nos
quedamos nosotros con todos los constituyentes. Igual los íbamos a
derrotar, pero no es lo mismo perder 300 a 200 que 500 a cero. Esta es la segunda derrota.
Luego
viene la convocatoria por parte de la ANC a las elecciones regionales, ellos de
manera interna escogieron a sus candidatos y candidatas, en dicho proceso ya
Acción Democrática se había bailado al resto de la oposición porque obtuvo 15
de las 23 candidaturas. Solitos se pusieron en el cuello su lazo blanco.
Bastante
se les dijo que tenían que juramentarse ante la ANC y creyeron que era en
juego, siguieron participando hasta el final, para cantar fraude una vez más
luego de una escandalosa derrota en casi todo el país. Esta fue la tercera derrota.
Si
el fraude fuese cierto y no un mero discurso de dirigentes ineptos e
irresponsables, la situación en la MUD no estaría tan mala, pero ellos saben
que fueron derrotados y la alianza se hizo insostenible por la desesperación
del protagonismo individual y grupal sin tener o disponer de una base real de
acción política.
La
denuncia de fraude una vez más es una mera habladera de gamelote, es falsa de
toda falsedad así como es totalmente verdad que
la revolución gano 18 gobernaciones. Con esto se cierra el capítulo de
la MUD como ente de confluencia opositora. No es la primera vez, ya en un no
muy lejano en el año 2003, clausuraron la Coordinadora Democrática que fue la
alianza que impulsó el golpe de Estado en 2002 y el paro sabotaje en ese mismo
año. Dos estructuras de multipartidos de la derecha que apostaron a la
violencia y al ahogamiento internacional en articulación con el imperialismo y
que fueron derrotadas en toda la línea, en forma limpia y popular con los
ulteriores resultados previsibles de su destrucción del espacio común opositor.
Ante
cada intento contrarrevolucionario de la derecha, la revolución bolivariana se
radicaliza y en consecuencia se fortalece con un pueblo armado de conciencia revolucionaria. El presidente
Nicolás Maduro ha demostrado ser un gran artífice del juego político en su más
alta factura, combinando la reciedumbre de nuestros principios con un gran
talante democrático y dialogante, perforando en lo mas profundo las debilidades
del adversario y apostando permanentemente a la consulta del pueblo.
Es
necesario indicar que la oposición puede tener otra gran derrota antes que termine el año 2017, una cuarta. Ya se han anunciado las elecciones municipales para el
10 de diciembre por parte del ente rector del Consejo Nacional Electoral, y la
fragmentación o más precisamente el desmoronamiento de la derecha venezolana persiste,
la revolución ganara todas las alcaldías del país. Los actores que promovieron
la violencia son víctimas del mismo veneno que inocularon en los tiempos de
guarimba, secuestrando urbanizaciones, trancando vías y quemando gente viva…
son como los verdugos… no tienen derecho a pedir clemencia.
“No caigamos en el triunfalismo. Vamos para una batalla electoral a vencer
en las municipales a los enemigos de la Patria”
“Unidad, Lucha, Batalla y Victoria para vencer en las mas duras
dificultades”
Vladimir Pineda Ramírez
Equipo político municipal del PSUV-Libertador -Mérida
Mérida, 03 de noviembre de 2017