Desde el mes de abril, cuando se iniciaron las acciones de violencia de calle convocadas por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como parte de un plan de sedición contra la estabilidad de la República, más de 3.000 árboles fueron talados en las principales ciudades del país azotadas por los grupos violentos.
En el estado Miranda, uno de los más afectados por la insurrección violenta, principalmente en los municipios caraqueños Chacao, El Hatillo, Baruta y Sucre, y los municipios de los Altos Mirandinos; Carrizal y Los Salias, todos gobernados por alcaldes de derecha, al menos 60 árboles fueron talados durante los focos violentos.
De acuerdo con información aportada por el coordinador estadal del Ministerio de Ecosocialismo y Agua, Luis Calderón, la mayoría de estos árboles tenían más de 60 años de vida, y fueron cortados para obstruir las vías públicas.
"Talaron los árboles para ser colocados como barricadas. Principalmente responsabilizamos a los líderes de derecha que promovieron llamados al odio y la violencia, y a los alcaldes de los municipios Carrizal, José Luis Rodríguez; y Los Salias, José Fernández, quienes teniendo competencia ambiental actuaron por omisión", señaló, en conversación con AVN.
En la ciudad de Lechería, estado Anzoátegui, organismos competentes registraron la tala de al menos 350 árboles durante los focos de violencia política, con el objetivo de generar desechos para obstruir vías, incendiar y causar zozobra. En la ciudad de El Tigre, al sur de esta entidad, también fue registrada la tala de algunos árboles para el mismo fin.
Asimismo, en la ciudad de Maracaibo, estado Zulia, el grupo de protección ambiental Amigos del Bosque contabilizó al menos 5.000 árboles talados durante los focos de violencia política, entre los suscitados este año, y los ocurridos durante el plan golpista La salida, en 2014.
En Valencia, Naguanagua y San Diego, tres municipios del estado Carabobo gobernados por la derecha, el ecocidio también fue parte de la violencia impulsada y financiada por la MUD.
AVN
AVN