La institución eclesiástica se debe comprometer a cultivar la paz y a desmarcar sus púlpitos del activismo polÃtico, coinciden sacerdotes jesuitas y anglicanos en Mérida, en la región andina de Venezuela.
A propósito de recientes hechos de violencia polÃtica, acaecidos en la entidad, el clérigo jesuita, Numa Molina, acompañó al pueblo merideño y a la vanguardia polÃtica local en el sepelio de vÃctimas fatales.
"No es asà como vamos a construir Mérida", dijo Molina en una transmisión de la emisora de radio YVKE Mundial Los Andes, este jueves.
Resaltó que cada persona tiene responsabilidad en la construcción de la paz, desde su familia, desde su entorno inmediato.
Por ello el servidor adscrito la histórica Iglesia de San Francisco en Caracas, Venezuela, insistió en la necesidad de comprender el rol esencial de la comunidad religiosa.
"Somos ciudadanos venezolanos que por el hecho de hacernos clérigos no perdemos el derecho a tener ideologÃa polÃtica. El peligro es que esa ideologÃa, sea puesta al servicio de la muerte y no de la vida", afirmó en el espacio La Radio Necesaria.
Opinó que someter al pueblo al chantaje de la escasez no es polÃtica y tampoco lo es, paralizar a la gente con la imposición del miedo.
La Agencia Venezolana de Noticias (AVN) buscó la opinión de clérigos de otras congregaciones, entre las que se encuentra la Iglesia Anglicana.
Luis Rondón, obispo de la Diócesis San Esteban de la ciudad de Mérida, desaprueba que grupos de sacerdotes y religiosas avalen acciones de violencia por parte de sectores negados a practicar una polÃtica ética.
"He visto como se actúa de manera violenta en contra de los bienes públicos y privados, cómo se viola el derecho de los ciudadanos al libre tránsito, al trabajo, a la salud, a la educación, a la vida, cuando desarrollan lo que llaman 'protestas pacÃficas', que esconden intención vandálica e irrespetuosa de la paz y de la armonÃa entre hermanos", dijo Rondón.
Opina que la conferencia episcopal venezolana actúa al margen del mandato del propio Papa Francisco, quien propone el diálogo entre la oposición y el Gobierno, para dirimir diferencias y encontrar solución a los problemas nacionales.
Resaltó que en Venezuela hay un Gobierno electo de manera legitima y que el sector que ejerce oposición tiene la obligación de respetar las instituciones y el derecho a la paz de toda la sociedad.
Ambos clérigos coinciden en que la prédica y práctica del evangelio, de la unidad en torno a la paz, la armonÃa, la tolerancia y el diálogo, son el único camino en la construcción del desarrollo nacional.
Sus opiniones se enmarcan en la necesaria reflexión colectiva al final de una semana de consternación ante hechos de violencia, que dejaron en Mérida el lamentable deceso de dos personas, una decena de heridos y pérdidas materiales, generados en acciones de violencia convocadas por las organizaciones polÃticas de extrema derecha Voluntad Popular y Primero Justicia.
AVN