Un
show tiene montado la derecha criolla en la Asamblea Nacional. Una telenovela
de varios capÃtulos cuyo libreto tiene un solo fin, arrasar con la Revolución
Bolivariana. Se ve claramente que todas sus acciones están frÃamente
calculadas, no para buscar el bienestar del pueblo venezolano, sino para
generar condiciones de conflictividad que le permitan cumplir con su
maquiavélico sueño de tumbar al gobierno. No tienen otra cosa entre ceja y ceja.
El
rechazo al Decreto para enfrentar la Emergencia Económica efectuado por la
Asamblea Nacional era natural y previsible. La totalidad de partidos opositores
presentes en la Asamblea han estado confabulados con los agentes económicos de
la derecha nacional e internacional que han propiciado la Guerra Económica. Es
decir, son los mismos actores irresponsables que propiciaron las Guarimbas del
2014 y han venido conspirando con la finalidad de generar malestar en la
población y socavar la base popular del gobierno. Siempre procurando la
generación de malestar social, aupando una insurrección popular.
El pueblo ha
aguantado con paciencia y mucha conciencia estos ataques. Pero la molestia es
generalizada y el Decreto establece una serie de elementos para acelerar la
respuesta y el abordaje inmediato a los distintos problemas en el ámbito
económico, fiscal y productivo.
El
objetivo de la derecha es más que obvio, quiere mantener de manera permanente e
indefinida el estado de confrontación, la crisis, el conflicto y el malestar
(generados por la Guerra Económica con la especulación y el bachaqueo a la
cabeza), ya que son elementos esenciales que requieren para mantener las
condiciones que permitan y viabilicen un “Golpe de Estado Parlamentario”. Este
es el objetivo inmediato de la derecha, por eso no tienen interés alguno en que
se logre la estabilidad en la distribución de los artÃculos esenciales de la
cesta básica: alimentos, medicinas y otros productos fuertemente golpeados por
la especulación. El bienestar del pueblo no es problema de la derecha (a pesar
que en sus falsas promesas electorales juraron por papá Dios acabar con las
colas), lo de ellos es el frenético asalto al Poder Ejecutivo.
Negar
el Decreto es solo la punta del iceberg, esta gente tiene todas sus garras y
ambiciones desatadas. Juegan no a buscar soluciones, sino a colapsar al Gobierno
Bolivariano legÃtimamente constituido y presidido por Nicolás Maduro Moros.
Al
bloqueo en la Asamblea Nacional, la derecha suma otras dos grandes tareas:
lograr el referéndum revocatorio para tumbar al gobierno y asaltar las
gobernaciones en las elecciones regionales de fin de año. Nadie debe dormirse o
sorprenderse, Ramos Allup lo ha confesado sin tapujo alguno: “frente a un Gobierno que está en etapa
agónica, terminal, que no se resigna a admitir lo que perfectamente sabe, que
llegó a su fin ese lapso de 17 años ignominioso y degradante en la historia de
Venezuela”. La rapiña no se detendrá nunca hasta consumar oprobiosos
sus fines.
Está
en marcha el plan de arrase de la derecha, pero como en un juego de ajedrez, a
cada movimiento de la logia conspiradora, nuestro pueblo debe hacerle frente
para resistir todos los ataques de esta derecha perversa.
Es un plan bien orquestado que encaja perfectamente en la teorÃa del «golpe
lento» o «golpe suave», que no busca otra cosa que no sea, crear condiciones de
agitación social, recrear escenarios de estado fallido, ilegÃtimo e
ineficiente, valiéndose de la manipulación mediática y maximizando algunas
fallas que aún persisten en nuestra sociedad, apoyados casi de manera absoluta,
por los dueños de los medios de comunicación privados, a través de un gran
bombardeo mediático. Es lo que también se llama «La guerra psicológica», que
busca reproducir, a final de cuentas, condiciones de enfrentamiento entre el
mismo pueblo, un estallido social de grandes dimensiones para solicitar una
intervención extranjera de cualquier tipo y frenar el avance de la revolución
bolivariana.
Nuestros cuadros de vanguardia y todas las fuerzas revolucionarias deben
estar preparados para cualquier evento que vaya más allá de lo Constitucional. Estamos
enfrentando una guerra de varios vértices, pero podemos decir, que no es una
guerra sin cuartel. Contamos con un pueblo de alta moral y conciencia
revolucionaria, con unas Fuerzas Armadas enfiladas a resguardar nuestra
independencia y soberanÃa. Y ahora, en este nuevo ciclo de la revolución,
estamos más decididos que nunca a defender el legado que Chávez nos dejó, en el
terreno que sea necesario… Tenemos patria!! Que nadie se equivoque!!
¡Chávez vive… La patria sigue! ¡Viva el Presidente Obrero Nicolás Maduro!
Su camarada
y amigo
Vladimir
Pineda RamÃrez
Coord. De
IdeologÃa del equipo polÃtico municipal
PSUV/Libertador
del Estado Bolivariano de Mérida
Mérida, 17
de febrero de 2016
UNIDAD,
LUCHA, BATALLA Y VICTORIA
¡Hasta la Victoria Siempre!
“En tiempos
de guerra, el fusil debe estar bien aceitado”