La selección de Chile se convirtió en la primera
semifinalista del torneo regional, al vencer 1 gol por cero a la selección de
Uruguay.
El gol llegó por medio del defensor Mauricio Isla, quien
chutó un balón rastrero para vencer al cancerbero uruguayo en el minuto 81.
El encuentro comenzó con dos claras llegadas de la
selección celeste, sin embargo no pudieron concretar el gol. Ante esta
situación los anfitriones acomodaron sus lÃneas y comenzaron a dominar el
encuentro aunque sin claras llegadas.
La “Roja” desde 1983 que no vencÃa a Uruguay en la Copa
América, la final de 1987, además de la leyenda de la garra charrúa, los 15
tÃtulos de ventaja de los orientales y varios etcéteras.
El equipo de Jorge Sampaolà tardó 25 minutos en sacudirse
ese miedo escénico inicial y a partir de un zurdazo débil de Charles Aránguiz
tras una notable jugada colectiva del mediocampo chileno, comenzó a aventurarse
sobre la porterÃa de Fernando Muslera.
En ese momento se encendió el vértigo rojo y se
sucedieron las oportunidades: cabezazo desviado de Alexis, remate con rosca de
propio Sánchez que se fue elevado, potente tiro desde fuera del área de Vidal
que hizo que el portero uruguayo devolviera la pelota con puños hacia adelante.
En el segundo tiempo, el campo parecÃa estar ladeado
hacia el sector sur, porque continuó el ataque del equipo local. Pero Uruguay
no estaba dormido y Rolán casi factura a los 53 minutos.
A los 63 minutos, un entrevero entre Gonzalo Jara y
Edinson Cavani significó la segunda amarilla del delantero charrúa y Uruguay
quedó con 10 jugadores. El goleador del Paris Saint Germain estaba fuera de sÃ
y las emprendió contra Jara y contra el árbitro brasileño Sandro Ricci antes de
abandonar el campo.
Jorge Sampaoli quiso aprovechar la situación y envió a la
cancha a Mauricio Pinilla y MatÃas Fernández. El delantero de la Atalanta, un 9
clásico de área debÃa ser competencia en el juego áreo de los eficientes GodÃn
y Giménez. Fernández, un compañero en el abastecimiento para Valdivia.
Desde ese momento quedaba claro que lo de Uruguay era
aguantar y apostar por el contragolpe o una jugada de pelota detenida. Y lo de Chile:
atacar, atacar y atacar.
Mauricio Isla fue casi un puntero derecho clásico y
desbordó cuantas veces quiso, pero no fueron muchas las ocasiones claras para
la Roja. Quizás la más clara fue la de Alexis, quien la recibió en el punto
penal, pero en vez de rematar intentó una gambeta que no funcionó.
Cuando parecÃa que la definición por penales era
inminente, Mauricio Isla recibió la pelota de Valdivia fuera del área y la
clavó con un tiro bajo en la porterÃa de Muslera. Fue el alivio, la catarsis de
los 45 mil aficionados. Más que el gol en sÃ, era espantar esos fantasmas que
tenÃan atemorizados a todos.
A tres minutos del final, Fucile se fue expulsado por
falta a Sánchez y casi se arma una batalla campal. Los campeones defensores
estaban completamente descontrolados. Giménez, de hecho, empujó al juez de lÃnea,
pero no recibió sanción.
Chile clasifica a semifinales de Copa América por primera
vez desde la edición de Paraguay, en 1999. Confirma su favoritismo en el campo
y logra torcer un destino que por momentos llegó a convertirse en una
pesadilla.
T y F / AS