Sistema Teleférico de Mérida una gran obra
de
ingenierÃa con transferencia tecnológica austriaca
*** Con el acompañamiento de las
nubes, el tormentoso frÃo, las hermosas nevadas, la inmensa vegetación, observados
por el oso frontino, el abrigo del sol, añoro de sueños, entre inmensas rocas
bañadas de soledad, los trabajadores del Sistema Teleférico de Mérida se
mantienen trabajando desde muy tempranas horas de la mañana hasta muy tarde del
dÃa para que el funicular más largo y moderno del mundo, llegue pronto a su
inauguración y puesto al servicio de propios y visitantes.
Con el objetivo de garantizar las
condiciones apropiadas para el desarrollo de un trabajo exitoso, durante los
años 2012 y 2013 se realizaron las operaciones aéreas de transporte de las
estructuras de peso, la totalidad de las cabinas y agregados, para ejecutar las
obras civiles y electromecánicas en cada una de las cinco estaciones que conforman
el Sistema Teleférico de Mérida (STM), el más moderno del mundo, porque se construye
con la última tecnologÃa existente en materia de teleféricos.
Las labores aéreas estuvieron a cargo de
los helicópteros Kamon y Super Puma pertenecientes a la empresa especializada Heliswiss
International junto con las autoridades del aeropuerto Alberto Carnevali de
Mérida y demás cuerpos de seguridad del estado.
Es una tarea que realizan
conjuntamente trabajadores de Venezolana de Teleféricos (Ventel) y de la empresa
austriaca Doppelmayr Garaventa Group, especialista en la construcción de este
tipo de instalaciones.
Actualmente, alrededor de 240 personas
son trasladadas desde muy tempranas horas de la mañana a las diferentes
estaciones; a estas se suman 240 que pernoctan en el campamento de La Aguada,
una manera de contar con más de 500 trabajadores durante el dÃa donde ejecutan
diversas actividades inherentes a las obras que allà se desarrollan, en la
mayorÃa de los casos, bajo extremas condiciones climáticas por estar ubicada la
obra en el parque Nacional Sierra Nevada.
Esta actividad se repite al final de
la tarde, cuando el personal movilizado en la mañana retorna a sus hogares. Este
proceso es uno de los elementos más complicados, porque en las cabinas solo se pueden trasladar 30 individuos en cada viaje.
En este dÃa a dÃa, los trabajadores nacionales
también reciben nuevos aprendizajes de
mano de especialistas austrÃacos. Es lo que se denomina acceder al conocimiento
por medio de la transferencia tecnológica; ellos se forman no solo con maniobras operativas
sino de las luces que aportan los expertos austriacos.
Además, los venezolanos han hecho visitas
técnicas a los principales teleféricos ubicados en diferentes partes del
continente europeo. Todo esto con el fin de alcanzar mayores aprendizajes y
actualización en los procesos electromecánicos para garantizar permanentemente
el mantenimiento preventivo del teleférico ubicado en tierras merideñas.
El coordinador de Electromecánica y
Operaciones del STM, Henry Hernández, explicó que el recorrido que se hace
desde la estación Barinitas a Pico Espejo, toma una distancia de 12.5
kilómetros y cuenta con cuatro tramos, cada uno aproximadamente con 3.5 kilómetros, independiente el uno del otro.
Otra de las caracterÃsticas presentes
en estos tramos, es que unos son más largos que otros. De allà que el
recorrido que se efectúa actualmente es de cinco metros por segundo; cosa diferente ocurrirá una vez inaugurado: el
cálculo será de siete a ocho metros por segundo. Este viaje se realiza sobre la
base de diferentes alturas, algunas pueden estar entre 150 a 250 metros sobre la superficie.
Describió el experto que este
extraordinario proyecto se condensa en cinco estaciones, nueve torres, un
sistema electromecánico para cuatro tramos entre sà y ocho cabinas que tienen
una capacidad para movilizar a 60 personas.
Continuó detallando Hernández, que la tecnologÃa empleada es tipo Bicable: dos guayas portadoras
y una tractora, que le da mayor
estabilidad a la cabina tipo vaivén (ida y vuelta) en el tiempo de recorrido
por las estaciones. En cada tramo circulan dos cabinas en diferentes cables
movidos por un dispositivo de traslación entre las estaciones, con dispositivos
de suspensión.
En lo referente al control y potencia
eléctrica y electromecánica, estas van acopladas en un 50 por ciento cada una,
debido a que una parte la mueve y la otra es la tracción. El movimiento se
produce al funcionar la eléctrica por
medio de un motor principal que se acopla con un reductor que viene a ser la
parte mecánica y, este a su vez, por
medio de una polea motriz produce la tracción de la guaya donde va anclada la cabina.
Los componentes eléctricos para los
sistemas de control y potencia son automatizados, especificó el profesional. A
la vez indicó que el sistema teleférico funcionará con energÃa eléctrica, ya
que presenta una reserva de baterÃas para control (UPS), y a la vez presenta
dos sistemas auxiliares diesel para respaldar la energÃa que activa la potencia
que necesita el motor. Cada tramo cuenta con su propio motor principal,
adicional a sus dos motores diesel auxiliares.
Actualmente se trabaja en el
ensamblaje de la estructura mecánica galvanizada pernada (porque tiene menos
peso), un nuevo tipo de material que va en concordancia con el impacto que
causa a la naturaleza, recurso muy utilizado en el continente europeo, ya que por
ser una obra a gran escala da pie a que a través del sistema de tracción fuerte
se pueda trasladar a más de 50 personas.
En cuanto a las cabinas, el experto en
electromecánica manifestó que en su
mayor parte las construyeron con aluminio reforzado, poseen dispositivos de
sensores que detectan cualquier desnivel o desproporción del peso. A la vez permiten
divisar dentro de la misma, alguna variación que la velocidad del viento le
pueda proporcionar.
Con tan extraordinaria clase magistral
por tantos datos suministrados, Henry Hernández, al final acotó que este sistema
teleférico consumirá 5.3 megavatios en el gasto eléctrico total que utilizarán
las cinco estaciones incluyendo todos
los servicios que prestará en las
diferentes áreas: cafetines, restaurantes y cafeterÃas, entre otros, en los
diferentes espacios.
OCI
/Teresa Omaña MartÃnez
Fotos:
José Suniaga




