Por Ramón Lobo
La burguesÃa aumenta su nivel de ataque en contra de la revolución
profundizando sus operaciones desde la esfera económica, partiendo de las
estructuras oligopólicas, comprometidas con sus intereses,que les permite
incidir sobre el resto de la economÃa, generando deliberadamente entre otros,
retrasos en los procesos productivos, disminución en la capacidad de producción
o acaparamiento con la finalidad de afectar la oferta de bienes existente para atender la
demanda, originando escasez y
presionando el alza en los precios.
De esta situación hacen responsable, apoyándose en sus medios de comunicación, al gobierno nacional mediante el pretexto de la falta de divisas, el cual no aguanta un análisis, producto de los 35.000 millones de dólares que se les aprobó el año pasado entre Cadivi y Sitme. ¡Claro!, divisas para impulsar la actividad productiva, no para especular. Por cierto, es necesario conocer la utilización real de las mismas, puesto que parte de las argumentaciones manifestada es la falta de inventarios.
De esta situación hacen responsable, apoyándose en sus medios de comunicación, al gobierno nacional mediante el pretexto de la falta de divisas, el cual no aguanta un análisis, producto de los 35.000 millones de dólares que se les aprobó el año pasado entre Cadivi y Sitme. ¡Claro!, divisas para impulsar la actividad productiva, no para especular. Por cierto, es necesario conocer la utilización real de las mismas, puesto que parte de las argumentaciones manifestada es la falta de inventarios.
La inflación
y escasez inducida, propician un encarecimiento y desabastecimiento estratégico
que afecta a la población venezolana. La inflación en Venezuela, por cierto no
es un fenómeno exclusivo de la revolución como se ha intentado hacer ver. Si
comparamos periodos antes y después del proceso bolivariano, podemos determinar
el comportamiento de esta variable macroeconómica. Catorce años antes de la
llegada de Chávez el promedio interanual supero el 45 %, llegando a su máximo nivel
en el año 1996 cuando registró 103 %; catorce años después el promedio anual aproximado
es el 25 %.
Estos
datos no es para esconder la realidad actual, sino para ayudar a comprender la
dimensión del problema y actuar decididamente en contra de la guarimba
económica, para lo cual se requiere adicionalmente, incrementar la producción, mejorar la
supervisión en los programas de estÃmulo al sector productivo, garantizar los
canales adecuados de comercialización, impulsar la creación de unidades
productivas socialistas eficientes y optimizar la efectividad de las
instituciones públicas que tienen tareas fiscalizadoras como Indepabis, Sunacop
y Sada, entre otros. No es posible que
más del 90 % de lo importado se efectuara en su momento a 4.30 bs/$ y hoy a una
tasa de 6.30 bs/$; y el precio referencial para la venta o prestación de
servicio se establece en función del denominado mercado negro, generando mediante
el sobreprecio un componente especulativo importante que se refleja en el costo
de los bienes y servicios.
Para enfrentar esta situación
o guerra económica, el Presidente Maduro ha creado el órgano superior para la
defensa popular de la economÃa, el cual tiene por objetivo garantizar el
abastecimiento de los insumos y productos requeridos. Su función se orientara
en tres ejes: Producción e importación, Transporte y logÃstica, y
Comercialización. Para obtener los resultados esperados es imprescindible la
organización popular como instancia contralora que refuerce
la denuncia y acompañamiento, asimismo, la participación de todas las
estructuras gubernamentales y por supuesto de nuestra organización polÃtica.
Como
podemos observar y sentir la oligarquÃa nuevamente aplica con mucha más fuerza el
modus operandi utilizado en los últimos los 14 años, el cual tuvo su máxima
expresión en el paro patronal del año 2002, cuando cerraron fábricas y bajaron
santamarÃas para salir de Chávez, a través del ataque al pueblo en el
suministro de sus alimentos. Aspiraban un movimiento social en contra del
gobierno, por el contrario, el pueblo se movilizo pero en defensa de él mismo y de Chávez. Hoy dÃa, siguiendo
el mismo guion intentan generar un caracazo, el cual no es viable, por un lado,
al no existir las mismas condiciones sociales, gracias a los programas exitosos
que han disminuido drásticamente la pobreza y por el otro, al nivel de
conciencia polÃtico y empoderamiento popular alcanzado.
Es
necesario estar atentos y preparados para actuar en defensa de los logros
obtenidos; recordemos, el enemigo no descansa, no tiene escrúpulos, nos ataca, nos pone a
pelear, arma tramoyas, confunde e intenta generar desesperanza y desasosiego en
el pueblo. Ante estas intenciones: ¡Unidad, Lucha, Batalla y Victoria!
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