En 20 años la ciudad de Mérida tendrá cerca
de cien mil nuevos habitantes
Para
el año 2030, cerca de 97 mil nuevas personas vivirán en Mérida, sólo en
su área urbana. La pregunta es: ¿Está la ciudad preparada para ofrecer,
dentro de apenas 18 años, la calidad de vida necesaria, que incluye
buenos servicios públicos, de salud, educación, vialidad, transporte,
electricidad, agua potable, ocio y recreación, alimentos, vivienda, recolección
de desechos sólidos y aguas servidas, y 35 mil nuevos empleos dignos y bien
remunerados, entre otras necesidades, para estos casi cien mil nuevos
habitantes que se sumarán a los actuales?.
Ésta
es sólo una de las interrogantes que arrojó la investigación y posterior
diagnóstico que varios investigadores de distintas áreas realizaron, para
sentar las “Bases para la Elaboración del Plan Local de Desarrollo Urbano
Sustentable de la Ciudad de Mérida”, un documento que fue presentado a
autoridades de la AlcaldÃa del Municipio Libertador y ante ediles del Concejo
Municipal respectivo, asà como al público en general.
La arquitecta y profesora Maritza Rangel
Mora, coordinadora del Grupo de Investigaciones sobre Espacio Público, Gisep,
de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes, motor y
miembro de este equipo multidisciplinario e interinstitucional, dijo que hacer
este documento requirió de las voluntades no sólo de la ULA, sino también de
organismos como el Cidiat, la AlcaldÃa del Libertador, la Comisión de Urbanismo
del Concejo Municipal, la Academia de Mérida y la Zona Libre Cultural,
CientÃfica y Tecnológica del Estado Mérida.
Tomando
como base que desde los años 70 del siglo pasado no se hace un plan local de
desarrollo urbano para Mérida, señaló Rangel Mora, y que la ciudad, de gran
riqueza y diversidad cultural y urbanÃstica, sufre un deterioro progresivo de
sus ecosistemas, recursos naturales, crecimiento de marginalidad urbana y
brechas sociales, asà como desmejoramiento general de su calidad de vida, se
plantearon la posibilidad de crear las bases para este nuevo plan, con varios
objetivos definidos y con la participación activa de la ULA, para buscar
salidas sustentables a toda esta problemática.
Participación ciudadana
Con
la experticia de la ULA en la materia, y mediante el apoyo del programa de
Proyectos Interinstitucionales Cooperativos, PIC, se hizo un banco de datos de
proyectos urbanos realizados en los últimos años, en la universidad y en
organizaciones públicas y privadas, lo que arrojó la existencia de 266
proyectos que ya están disponibles con una base de datos, a la que se puede
acceder a través de la página www.cptm.ula.ve/merida2030
.
También
se motivó la participación de más de 2 mil ciudadanos merideños mediante
talleres, charlas, concursos y encuestas. El resultado fue que los
merideños sueñan con una ciudad principalmente de vocación educativa,
cientÃfica y tecnológica, turÃstica, ecológica, saludable, segura, con una
movilidad más eficiente, con recursos naturales manejados de forma tal que la
ciudad sea, a futuro, una reserva de biosfera urbana y una ciudad más pacÃfica
y humana.
En
resumen, este trabajo define la metodologÃa para hacer este plan de la manera
más efectiva, económica, con la posibilidad de hacerle seguimiento mediante
indicadores para ver los logros alcanzados, asà como los errores y fallas y
cómo superarlos.
Prioridades
Alberto
Pérez, profesor de la ULA, investigador del Cidiat y miembro del Gisep, dijo
que se deben completar los diagnósticos para que Mérida pueda tener un plan de
desarrollo. Entre estos destacó el económico, porque en palabras sencillas se
requiere saber de qué va a vivir la ciudad y cómo se va a mantener a futuro,
pues cada dÃa Mérida se hace más costosa para sus habitantes.
En
segundo lugar, definir el rol de la ciudad dentro del estado y dentro del paÃs,
porque todos los dÃas entran a la misma entre 30 y 40 mil personas que
provienen de otras ciudades y pueblos a hacer una diligencia y se van, y ningún
plan ha considerado cómo atender los servicios que estos visitantes itinerantes
demandan.
El
otro punto importante fue diagnosticar la vulnerabilidad de su red de servicios
como agua potable, electricidad, vialidad, comunicaciones, aguas servidas, y
cómo estos se comportarÃan ante los riesgos naturales que todos conocemos
(sismos, vaguadas, deslaves y crecidas de rÃos), asà como brindar servicios de
calidad a los casi cien mil nuevos habitantes que tendrá Mérida en el año 2030.
Prensa ULA / Igor Puentes