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Miguel Alejandro Ramírez se incorpora a sus estudios universitarios


*** El joven de catorce años de edad, oriundo de la ciudad de Tovar, estado Mérida, cristaliza su sueño de ingresar a la Universidad de Los Andes donde cursará, a partir del semestre B-2012, la carrera de Química.
 
Estudiar Química en la Universidad de Los Andes ya será para Miguel Alejandro Ramírez Rodríguez un sueño hecho realidad, pues luego de haber superado las pruebas y obtener el título de bachiller en las instancias educativas del país, donde demostró capacidad, conocimientos y destrezas fue designado por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) para cursar  la carrera de Química, especialidad por la que ha demostrado gran interés.
 
En este sentido, el profesor Nelson Viloria, decano de la Facultad de Ciencias de la ULA, informó que en la sesión ordinaria del Consejo Universitario, sus miembros aprobaron el proceso de inscripción del bachiller Ramírez Rodríguez quien, en lo inmediato, procederá a incorporarse al semestre B-2012 que inició éste lunes 24 de septiembre.
 
Desechos peligrosos sin dolientes
 
En otro orden de ideas, el pasado jueves 20 y viernes 21 de septiembre se realizó, en la Universidad del Zulia, el Núcleo de Decanos de Ciencias y Equivalentes, en dicha reunión los representantes de las universidades venezolanas que dictan carreras científicas expresaron una vez más su preocupación ante la falta de políticas para la disposición y manejo final de los desechos peligrosos que surgen del proceso educativo propio, especialmente en las carreras de Química y Biología.
 
El principal obstáculo que en este sentido enfrentan las universidades, dijo el decano de la Facultad de Ciencias de la ULA, es la falta de recursos y financiamiento para la disposición final y el manejo de los desechos peligrosos que generan los productos químicos y biológicos en las universidades del país. “Fue una reunión provechosa de donde surgieron importantes conclusiones, ya que en el campo de los desechos peligrosos se va a solicitar, ante los ministerios del Ambiente y de Ciencia y Tecnología el apoyo decidido para el financiamiento que permita solventar el referido problema”.
 
Explicó que en Venezuela, la Universidad Simón Bolívar es la única institución que tiene registro para el manejo de desechos peligrosos, el resto de instituciones que ofrecen carreras del área científica, poseen protocolo para el manejo de este tipo de desechos, pero el manejo de la disposición final presenta altos costos y las facultades de Ciencias necesitan que algún organismo del país se sensibilice ante esta problemática y se encargue de proveer el financiamiento para superarla.
 
“La Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), puede disponer del mecanismo adecuado, y en este sentido se planteó, ante el Núcleo de Decanos de Ciencias y Equivalentes, que sea el Ministerio de Ciencia y Tecnología el que asegure el financiamiento, pero si no deseara incurrir en gastos adicionales a los planes que ya tiene, podría colocar un porcentaje en los proyectos que financia para investigación, de tal modo que sea el investigador quien maneje la disposición final de los desechos peligrosos, y así evitar su acumulación en las instituciones universitarias”.
 
En el caso de la ULA, explicó el profesor Viloria no se tiene un mecanismo de disposición final de desechos peligrosos, y contratar una empresa privada para que realice este trabajo es casi imposible ante los altos costos que genera tan sólo un tonel de desechos. “La institución no tiene políticas al respecto, la Facultad de Ciencias de la ULA ha manejado los protocolos para tratar de que el manejo interno de los desechos se haga adecuadamente, pero en su disposición final, no se cuenta con ninguna política”.
 
(Yasmira Carrasquero. CNP 12405. Prensa ULA)