Víctimas indemnizadas por El
Caracazo
reconocen esfuerzo del Gobierno por hacer justicia
ROSA GONZÁLEZ: FUE CULPA DEL
GOBIERNO
Hablar
del 27 de febrero de 1989 sigue siendo doloroso para Rosa González, quien
perdió a su esposo, Manuel Vargas, bajo el fuego de las fuerzas militares que
reprimieron las protestas durante El Caracazo, asesinado de un balazo. Todavía
llora cuando recuerda lo que sucedió.
El señor
Manuel Vargas se encontraba trabajando, en Coche, cuando recibió un balazo, que
según se pudo establecer, fue disparado por algún efectivo del Ejército. Su
familia se enteró cuando ya se encontraba en el hospital de esa parroquia
caraqueña.
El
disparo que le quitó la vida a Manuel Vargas dejó sin padre a 8 hermanos. Los
dos mayores debieron abandonar sus estudios y salir a trabajar desde muy
jóvenes para apoyar a su madre y mantener a los más pequeños.
TERROR BAJO FUEGO
Para Rosa
González el asesino de su esposo fue el gobierno de Carlos Andrés Pérez: “por
culpa del Gobierno se formó todo eso que se formó, la gente saqueando y los
militares disparándole al pueblo”.
La
represión, relató, fue indiscriminada: “Eso yo lo viví en carne propia. Yo
estaba en el hospital con mi esposo y allí el Ejército llegaba y lo sacaba a
uno como a un perro para la calle”.
Recordó
que no eran solamente los militares quienes actuaban : “un funcionario de
Defensa Civil llegó al hospital con unos soldados para sacar a todos los
familiares de los heridos. Entonces yo le dije que no tenía para dónde irme
porque no conocía a nadie allí, pero igual nos sacaron”.
“En Coche todo era un tiroteo, yo
nunca había visto tantos muertos. Uno iba al ascensor (del hospital) a buscar
una medicina y eso era un montón de muertos tirados en el piso tapados con
papel que se usa para envolver carne”, recordó González.
JUSTICIA EN REVOLUCIÓN
La señora
Rosa jamás pensó que sería indemnizada por la muerte de su esposo. De hecho,
nunca denunció el asesinato del padre de sus hijas e hijos. Sin embargo, el año
pasado, leyó en la prensa el nombre de su pareja en una lista publicada por el
Ministerio Público. Era un aviso en el que se informaba a familiares y víctimas
de El Caracazo que serían indemnizadas económicamente.
“Fue algo inesperado, yo nunca fui a
la Fiscalía. Yo vi el nombre de mi esposo en esa lista y me parecía increíble”,
comentó González.
La señora
González enfatiza que el dinero no le devuelve la vida a su esposo, “pero en
algo la ayuda a una a mejorar la calidad de vida de sus hijos”. Para ella,
gracias a la labor del Ministerio Público, durante el Gobierno Bolivariano, se
ha avanzado en el propósito de hacer justicia en torno al Caracazo. De hecho,
resaltó que las víctimas sólo han sido tomadas en cuenta y visibilizadas desde
que llegó la Revolución Bolivariana.
“Nosotros pasamos mucho trabajo,
hambre, yo estaba chiquitica pero yo me acuerdo cuando pasamos hambre, teníamos
que comer cosas que conseguíamos por ahí. No pudimos estudiar bien, nos
faltaban zapatos”, mencionó Joselín Vargas, hija de la señora González.
Otra de
las hermanas, Leizi Vargas, comentó que con la llegada del presidente Hugo
Chávez al poder tuvo la oportunidad de retomar sus estudios y obtener dos
carreras universitarias. Una en la Misión Sucre y otra en la Universidad Simón
Rodríguez. Ahora es licenciada en Educación.
La familia Vargas González resaltó que
si la derecha volviera al Gobierno los casos del Caracazo que aún están siendo
investigados por la Fiscalía de la República serían engavetados, y las víctimas
y familiares que aún no han sido indemnizadas se quedarán sin recibir esa ayuda
económica.
JOSÉ MARTÍNEZ: LA COMPENSACIÓN DEBE SER INTEGRAL
José
Martínez, víctima directa de la masacre del 27-F, aboga por una indemnización
integral, que no limite únicamente a una ayuda económica sino que incluya apoyo
integral en materia de salud, educación, atención social. Y pide justicia, que
para él se traduce en “que los culpables vayan a la cárcel”.
Martínez
comenta que jamás obtuvo respuesta ni ayuda alguna por parte del Estado: “Fue
en el año 1999 cuando Hugo Chávez asumió el Gobierno que el Estado asumió El
Caracazo como una responsabilidad del Estado y anunció que se iba a indemnizar
a las víctimas”.
Explicó
que se dirigió a la Defensoría del Pueblo en el año 2002 para denunciar su
caso. Siete años después, en 2009 se concretó proceso de indemnización, el cual
calificó como “justo y necesario”.
ABALEADO POR LA PM
Martínez
recibió un disparo en el estómago el 27-F cuando, al no conseguir transporte
para llegar a su trabajo, caminaba de regreso a su casa, ubicada en la parte
alta del barrio San José de Petare.
Ya estaba
a las puertas de su vivienda cuando vio que una señora que iba con dos niños a
buscar a su hijo que estaba dentro de un supermercado fue abaleada por
funcionarios de la Policía Metropolitana. Admite que fue tanta su indignación
que “comencé a gritarles improperios a los policías”. Los agentes le
respondieron a tiros con una escopeta, pero como él estaba fuera del alcance
del arma, “sacaron otra de la patrulla, no sé si era una ametralladora o un
fusil, y me dieron un tiro en el abdomen”.
Uno de
los hermanos de José Martínez lo trasladó al hospital Pérez de León en una
camioneta, pero cuando buscaban la vía hacia el centro asistencial los
funcionarios policiales abrieron fuego contra el vehículo.
“Mi hermano se salvó de milagro.
Cuando llaguemos al hospital le dijeron que yo estaba muerto, pero yo le agarré
la mano y le dije: no me dejes morir. Si no hubiese hecho echo eso sería otro
muerto más de La Peste (fosa común en el Cementerio General del Sur)”.
Martínez
ha tenido que ser operado en tres oportunidades debido al disparo que recibió.
Y aún tiene que hacerse una cuarta intervención.
ELI MALDONADO: AÚN HAY MUCHO POR HACER
Una bala
perdida dejó sin vida a Albes Maldonado, quien tenía 25 años cuando El
Caracazo. Su hermano, Eli Segundo, señaló que desde su asesinato, jamás dejaron
de luchar para lograr que se hiciera justicia. Él También culpa a CAP por este
crimen.
Maldonado
considera que el Gobierno Bolivariano ha cumplido en parte con la misión de
hacer justicia: “Por lo menos logramos una indemnización, que no es todo y no
cubrió las expectativas, pero por lo menos el Gobierno de Hugo Chávez Frías ha
hecho muchas cosas por esclarecer los hechos y ayudar a los afectados”.
Señala
que queda mucho por hacer, sobre todo en relación con la identificación de los
cadáveres que en esos días fueron arrojados a las fosas de La Peste. “Ahí
fueron llevadas personas de todos lados del país, como eran tantos muertos
abrían fosas comunes y ahí tiraban a la gente como a un perro, porque eso fue
lo que hicieron”, recordó.
ALEXANDER PELLICER: ME HE PERDIDO 23 AÑOS SIN PAPÁ
Alexander,
hijo de Melquíades Pellicer, quien fue asesinado por un funcionario policial
durante el Caracazo, asegura que este Gobierno es el único que ha comenzado a
hacer justicia. Pero aunque reconoce ese esfuerzo, dice que la muerte de su
padre le dejó un dolor que no se borra:
“Como familiares e hijos somos los
primeros interesados en que ese crimen no quede impune. Con su asesinato nos
quitaron vida al lado de él, no pudimos compartir a su lado. Me he perdido 23
años sin mi papá. Además, fue sepultado de una forma inhumana, ni siquiera una
flor le pudimos llevar, le echamos tierra por encima y ya”.
Mencionó que la Fiscalía está realizando
todos los trámites pertinentes para trasladar a su padre al Cementerio del Sur,
donde el Ministerio Público habilitó un espacio digno para las víctimas de la
masacre.